6.9.09

la ciudad cabe en una lágrima

La ciudad cabe en una lágrima. Intento un par de piruetas pero caigo absurdamente en mis sueños de amor. Las palabras se achican y se repiten. Espero que alguna señal desde tu isla me salve de las hojas secas que gritan cada vez que mis ojos se quiebran. Le pregunto a la calle como volver al lugar donde el cielo es rojo y es tuyo. Pero el mercado es un calidoscopio de petates y peroles penosos.
¿Llegaré a tu centro indómito si corto los hilos de mis barriletes?


La distancia me anima a buscar un puñado de amaneceres para nuestro árbol con frío.

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